Uno de los problemas de género que más afectan a las mujeres de todo el mundo es el famoso impuesto rosa. Del inglés, pink tax, hace referencia al costo adicional para todos aquellos productos y servicios que son destinados a las mujeres, especialmente cuando son idénticos a los objetos destinados para los hombres. Este impuesto rosa va más allá de los objetos de higiene y cuidado personal, también se incluye en juguetes, útiles escolares, ropa y hasta servicios financieros como los seguros. Esto de acuerdo al portal de ADN 40.

Un estudio publicado en 2015 por el Departamento de Asuntos del Consumidor de la Ciudad de Nueva York, señaló que los productos orientados a las mujeres cuestan un promedio de 7% más que los dirigidos a los hombres en esa ciudad. De esta manera, a lo largo de la vida de una mujer, este impuesto rosa asciende a miles de pesos y todo de manera legal. 

En México, distintos estudios del Departamento de Aspectos del Consumidor han demostrado que en productos de belleza como rastrillos o shampoos, las mujeres pagan del 52% al 264% más que los hombres, lo cual pone en una posición de desventaja a las consumidoras.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 4.3% de las mujeres dijo ganar alrededor de 13,000 a 20,000 pesos mensuales, contra 6.4% de los hombres que respondió ganar la misma cantidad al mes. El tema cobra relevancia, ya que al realizar las compras habituales, muchas veces el gasto se incrementa en el bolsillo de las mujeres. En la misma ENIF 2018, esto se refleja con 45.3% de las mujeres que respondió que no le alcanzó para cubrir sus gastos con lo que ganó o recibió mensualmente.

De acuerdo a la página del gobierno de México, y la justificación que dan algunos reguladores como Profeco, es que este mayor precio se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por estar dirigidos a mujeres.

Actualmente hay grupos feministas y mujeres en puestos de gobierno que luchan por eliminar este impuesto y con esto quitar la desventaja que esto supone en las mujeres, todo si se toman en cuenta otras cuestiones como la desigualdad de empleos y salarios.