Durante los últimos años el mensaje de las protestas feministas han sido manchadas por la controversia sobre el vandalismo contra el mobiliario urbano. Aunque algunas mujeres condenan a los “grupos radicales” que llevan a cabo esta destrucción, muchas argumentan que es una forma necesaria de llamar la atención a un tema ignorado.
Para analizar estas dos perspectivas es importante definir los próximos términos: Iconoclasia y Vandalismo
La iconoclasia, es la de destrucción del arte de una cultura, con intención o motivo, ya sea este político, religioso o social. En cambio el vandalismo, que también destruye, no conlleva ningún tipo de motivación , más bien de falta de cultura e ignorancia por parte del que perpetra los actos.
En la historia:
La historia de la iconoclasia es extensa y por oleadas, y está relacionada con la protesta feminista desde hace más de un siglo. Para muestra, en 1914, la sufragista Mary Raleigh Richardson mutiló de siete cuchillazos la obra “La Venus del Espejo”, de Velázquez, que se exhibía en la National Gallery de Londres, enfurecida por la detención de Emmeline Pankhurst, líder de la lucha sufragista. La explicación que dio a su acto en una declaración a la Unión Política y Social de las Mujeres (Women’s Social and Political Union) fue la siguiente “He intentado destruir la pintura de la más bella mujer en la historia de la mitología como una protesta contra el gobierno por destruir a la Señora Pankhurst, la mujer más hermosa de la historia moderna”. Este fue uno de los actos iconoclastas, que no vandálicos, más famosos del pasado siglo.
El vandalismo es otra cosa: simple destrucción sin motivo, vandalismo como principio y fin en sí mismo que se produce de forma incontrolada por razones individuales “sólo por hacer el daño”. El vandalismo está ahí, a diario, en los chamacos que rayan los asientos del transporte público, en los grupos de desobligados que compiten a ver quién rompe más lámparas a pedradas.
Existen diferentes posturas y perspectivas aun entre las mujeres
Perspectiva 1 (Mujeres que apoyan la iconoclasia hacia monumentos)
- Por muchos años las mujeres han protestado pacíficamente contra la violencia y los crímenes impunes contra las mujeres en vano. Sin hacer ruido, el gobierno no escucha.
- La destrucción de paredes y vandalización temporal de monumentos no debería indignar tanto como los feminicidios y violaciones.
Perspectiva 2 (Mujeres que condenan el vandalismo de los movimientos)
- Las mujeres que manifestaron en paz y lanzaron consignas fueron dejadas al lado ante la violencia de de un puñado de mujeres embozadas.
- Uno no debe pelear violencia con violencia.
Es importante acordarnos que a pesar de discusiones sobre métodos, todas las mujeres estamos unidas con nuestra misión. No hay que olvidar que la lucha es contra el patriarcado, el feminicidio y la injusticia, no entre nosotras.
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