No es un secreto que cuando comencé mi vida sexual en mi adolescencia, tenía muy claro que si llegaba a embarazarme, quería abortar. No quería convertirme en mamá a tan corta edad. Era consciente del cuidado que debía tener con anticonceptivos gracias a que desde muy pequeña mis padres me hablaron abiertamente sobre el uso de preservativos. Hoy reconozco el privilegio de tener una educación sexual, porque sé que para muchas mujeres, ser o no madres, NO es una opción.
Si revisamos los datos del embarazo infantil y adolescente, por ejemplo, vemos que cada año en nuestro país unas 340 mil mujeres menores de 19 años se embarazan. Una cifra alarmante porque esta situación hace que sus planes a futuro se vean interrumpidos y su salud esté en riesgo. Todo por la falta de acceso a la educación sexual, anticonceptivos y estrategias para prevenir esta situación desde que son niñas. No por nada somos el primer país a nivel internacional con el mayor número de embarazos registrados.
Mi postura siempre ha sido a favor de la legalización del aborto y el derecho a decidir de cada mujer. Porque todas necesitamos tener acceso a información para prevenir un embarazo, pero también de tener opciones seguras si necesitamos o queremos acceder a uno. En en esta columna ya te conté que en todo el mundo hay alrededor de 25 millones de abortos inseguros porque no hay condiciones dignas para hacerlo porque está prohibido.
Hoy mi situación es muy distinta a la de hace 15 años. Si me embarazo sé que no abortaría porque quiero ser madre, de hecho es uno de mis sueños actuales. La maternidad y el aborto no están peleados. Ambas se tratan de decisiones que nos tocan sólo a nosotras. Luchas que van de la mano, porque las maternidades deben ser elegidas.
El camino es aún muy largo para que todas podamos elegir y tener opciones en México. Recordemos que en nuestro país sólo dos estados (Oaxaca y Ciudad de México) han despenalizado el aborto. En el resto de las entidades, hacerlo podría llevar a la cárcel a las mujeres.
Quiero que tener acceso a la educación sexual deje de ser un privilegio para unas cuantas personas. Es nuestro derecho tener condiciones dignas para vivirnos en libertad. Quiero que si alguien elige abortar, pueda hacerlo sin ser criminalizada. También deseo que las niñas y adolescentes cuenten con alternativas e información y puedan decidir sobre sus cuerpos. La maternidad tiene que ser elegida.
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