La esclavitud es un problema actual con múltiples caras que no solo abarca el trabajo infantil, sino también, la trata de menores, el reclutamiento de niños soldados, los matrimonios forzados, la esclavitud por deuda, entre otros. Hechos en los que las y los menores de edad son tratados como propiedad, vendidos, comprados y obligados a trabajar o realizar determinadas tareas.
Las personas más desprotegidas en cualquier situación de conflicto o de pobreza son siempre los niños. Un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo muestra que 152 millones de niños entre 5 y 17 años son víctimas del trabajo infantil.
Así mismo, de acuerdo a estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se calcula que:
- La región de Asia y el Pacífico alberga el mayor número de niños y niñas trabajadores en el grupo de edad de 5 a 14 años, 127,3 millones en total (19% de los niños y niñas que trabajan en la región);
- en África subsahariana hay alrededor de 48 millones de niños que trabajan. Casi uno de cada tres menores de 15 años (29%) es activo económicamente;
- en América Latina y el Caribe hay aproximadamente 17,4 niños y niñas trabajadores (un 16% de los niños y niñas de la región trabajan);
- un 15% de los niños y niñas de Oriente Medio y África del Norte trabajan;
- aproximadamente entre 2,5 millones y 2,4 millones de niños y niñas trabajan en las economías desarrolladas y en transición respectivamente
En México, el panorama no es tan alentador, el INEGI señala que, en nuestro país, más de tres millones de niñas y niños realizan trabajo infantil, de los cuales más de dos millones lo hacen en condiciones precarias y principalmente peligrosas. El 8.4 por ciento de la población infantil que labora se concentra en los estados de Colima, Guerrero y Puebla.
Es complicado comparar el lugar que ocupa México respecto de otros países “tenemos estructuras muy diferenciadas, estructuras tenemos edades permitidas diferentes. Eso hace difícil comparar si México está mejor o peor que otros países”, expuso Pedro Américo Furtado, director de la Oficia del País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y CubaY es que pese a la existencia de las leyes que tutelan los derechos de la infancia mexicana y de las recientes reformas al marco constitucional en la materia, las condiciones de pobreza y rezago social de millones de niñas y niños mexicanos son persistentes, por lo que viven en situación de vulnerabilidad.
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