Todas en algún momento compramos el cuento de que si nos casábamos, mágicamente nuestra vida sería perfecta y seríamos felices para siempre. La verdad es que esta historia ya pasó de moda. La realidad contemporánea nos obliga a quitarnos los lentes del amor romántico y pensar en nuestra autonomía sentimental y económica.
En algún momento, cuando estaba apunto de casarme con una de mis exparejas en el pasado, mi mamá me aconsejó que pasara lo que pasara, tenía siempre que tener un espacio financiero solo para mí, ya sea una cuenta personal en el banco o un fondo de ahorro, pero no podía estar en un mismo esquema de capital compartido entre mi pareja y yo. Spoiler alert: nunca me casé.
Desde entonces doy el mismo consejo a mis amigas que se casan, les digo que tengan una
cuenta propia, una especie de “caja negra de la autonomía” en donde depositen sus ingresos que destinen sólo para ustedes sin que nadie sepa. Muchas personas me critican en este punto, porque dicen que cómo es posible pensar sólo en ti si por algo te casas, para compartir hasta tus ingresos y hacer crecer la capital de los dos. Pero seamos realistas, la vida da muchas vueltas, las situaciones cambian y las relaciones en pareja no siempre salen como nosotras esperábamos.
La dependencia económica es un factor decisivo para muchas mujeres que no pueden divorciarse o separarse de sus parejas, incluso aquellas que están en situaciones de violencia, pues recordemos que quien tiene el control del dinero ejerce el poder. La dependencia económica se convierte entonces en una cárcel de la que es difícil escapar si no conocemos otras alternativas de libertad para nosotras.
Ojo. Me parece importante decir que no sólo las mujeres que están en el mercado laboral deberían tener su propia caja autónoma, las mujeres que se dedican al hogar y sus ingresos provienen de su pareja o familia, porque así lo decidieron, también podrían armar un ahorro personal e íntimo para cualquier situación de emergencia. Nunca está demás.
Yo te recomiendo que destines al menos el 5% de tus ingresos mensuales en esa caja negra, que a lo mejor ni utilizas porque vas a estar toda tu vida en pareja y no será necesario el “escape”, pero ese fondo que tengas se va a convertir en tu mayor herramienta de autonomía personal. Entre más herramientas tengamos más fuertes vamos a sentir nuestra independencia.
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