Antes de definir la palabra transfeminismo, es importante explicar que, cuando hablamos de personas trans o transgénero, nos referimos a aquellas que tienen una identidad o expresión de género diferente al sexo con el que nacieron.

El transfeminismo es una corriente del feminismo en donde se encuentran mujeres trans y su principal lucha dentro del movimiento feminista es cuestionar el género, por tratarse de una construcción social que limita los cuerpos, para adaptarlos a un orden social establecido, a una sola forma de vivirse como mujer y hombre.

Desde la perspectiva transfeminista, no hay características biológicas que diferencien los roles entre hombres y mujeres, sino que estas diferencias surgen a raíz de la clasificación que se impone a uno u otro sexo desde el nacimiento, sí a los roles de género. 

¿Y cómo se relaciona con el feminismo? Tanto el transfeminismo como el feminismo defienden que las mujeres deben liberarse de los roles de género. El transfeminismo ofrece una nueva dirección para el género. La idea de que las mujeres no deben seguir los roles tradicionales de género también juega un papel importante en el feminismo.

“Dinamitemos el binomio género y sexo como práctica política. Sigamos el camino que empezamos, “no se nace mujer, se llega a serlo”, continuemos desenmascarando las estructuras de poder, la división y jerarquización. Si no aprendemos que la diferencia hombre mujer, es una producción cultural, al igual que lo es la estructura jerárquica que nos oprime, reforzaremos la estructura que nos tiraniza: las fronteras hombre/mujer”, dice el Manifiesto para la Insurrección Transfeminista.

Pero el transfeminismo no sólo es un movimiento por y para mujeres trans, también está abierto a otras personas, mujeres no trans, hombres no trans y trans y otrxs que empatizan con necesidades de mujeres trans y consideran que su alianza con ellas es esencial para su liberación.

La lucha de las mujeres trans se enmarca en la Tercera Ola feminista, que no sólo analizaba las opresiones de las mujeres por su género sino también por su sexualidad. 
“El transfeminismo cree en la noción de que hay tantas maneras de ser mujer como hay mujeres en el mundo, que deberíamos ser libres de tomar nuestras propias decisiones sin sentirnos culpables”, dice la activista Emy Koyama.