La cultura de la dieta es un sistema en el cual le damos más valor a lo que comemos y a cómo nos vemos físicamente, que a cómo nos sentimos. Es darle un valor moral a la comida: querer dividirla entre la que es buena y la que es mala, y por ello, querer restringir toda aquella que no nos hace bien o, pero aún, a toda esa comida que nos hace engordar.
Pero, ¿a qué se debe este pensamiento? Está la razón de la estética, esa en la que pensamos que la belleza y la felicidad está en la delgadez. También está el argumento que afirma que la gordura no es benéfica para la salud. Pero, ¿acaso esto es cierto? “En la mayoría de los casos, el peso es un indicador inútil”, explicó al medio Smoda, Estefanía Fernández, especializada en entrenamiento y nutrición deportiva. Para ella, existen indicadores de salud mucho más valiosos como “las sensaciones positivas de relación con la comida”, la salud intestinal, la energía, el rendimiento o ciertos parámetros bioquímicos.
¿Cómo nos afecta a nosostras las mujeres?
Principalmente pueden influir en que nunca nos sintamos cómodas con nuestro cuerpo o con lo que comemos. Nos pueden llevar a estar constantemente juzgándonos. También es probable caer en dietas de moda y otras prácticas alimenticias que en lugar de nutrirnos, nos pueden perjudicar.
Esto también afecta a nuestra autoestima, pues reduce nuestro valor a cuánto pesamos y por eso mismo olvidamos que hay otros aspectos que nos hacen únicos e irrepetinles.
Y por último, distorsiona la imagen y relación que tenemos con la comida, lo que puede llegar a promover trastornos alimenticios como anorexia, bulimia, atracones u ortorexia.
La mejor manera para enfrentar este problema es informándonos, es importanteser selectivo a qué fuentes de información estamos expuestos, desde qué perfiles en redes sociales seguimos, hasta que blogs leemos.
Si crees que la cultura de dieta está complicando la relación con tu cuerpo, con lo que comes o cómo te sientes, recuerda buscar a un profesional.
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