Durante siglos, la moda se ha utilizado como herramienta en la lucha feminista en el que las mujeres visten de cierta forma o rompen con un estereotipo como signo de identidad y empoderamiento. Si bien la moda siempre ha sido dictatorial, en la actualidad se ha convertido en una herramienta de lucha de las mujeres para vestir aquello que se piensa, traduciéndose en un signo de identidad y empoderamiento. Porque romper estereotipos, también es feminismo.

En el siglo XXI, la moda se ha convertido en un símbolo de protesta; especialmente para la nueva ola feminista. Existen diversas teorías al respecto y algunos afirman que la “Tercera Ola” finalizó en los años ochenta considerándose a partir de allí el surgimiento de la “Cuarta Ola” que representa el movimiento feminista actual y donde el activismo presencial y online adquieren protagonismo.

Este nuevo feminismo utiliza la vestimenta como herramienta identitaria siendo el lienzo un elemento clave para plasmar un discurso igualitario entre hombres y mujeres.

Cómo la moda ha apoyado al feminismo a lo largo de la historia (occidente)

1. En 1909, el artista español, Mariano Fortuny, popularizó los vestidos de seda denominados de Delphos, asemejando a aquellos que se utilizaban en la antigua Grecia. Estos vestidos no tenían necesidad de utilizar el corsé que se usó mucho en el siglo XIX, y que para las mujeres era un símbolo asfixiante (literalmente porque era demasiado apretado y no dejaba respirar) de sumisión y de belleza según el canon de la época. 
2. En 1910 el diseñador francés, Paul Poiret, rechazó las curvas artificiales que se formaban en las mujeres gracias al uso del corsé. Por eso, diseñó vestidos de corte imperio para destacar la belleza natural del cuerpo de la mujer y dando así el último paso para desterrar al corsé de forma definitiva en todos los niveles de la sociedad.
3. En 1914 con la Primera Guerra Mundial, muchas mujeres tuvieron que salir a trabajar para sustituir el trabajo de los hombres. Entonces, éstas dejaron los encajes y prendas elaboradas para sustituirlas por pantalones y chaquetas, elementos propios del armario masculino. Empieza mediante la ropa la idea de la mujer trabajadora.
4. En 1911, con las sufragistas, empieza el código de colores que representaría para siempre al movimiento feminista, ya que en sus marchas por el derecho al voto se vistieron de los colores morado, verde y blanco. Blanco para representar la pureza, verde para esperanza y morado para libertad. 
5. En 1918 Coco Chanel revolucionó la moda femenina al imponer el uso del pantalón, que hasta entonces era utilizado únicamente por los hombres. Este desafío a la tradición, se convirtió en un símbolo de poder de las mujeres ya que utilizaban prendas más serias y respetables. 
6. En 1922 las mujeres empiezan a utilizar lino, el cual era un material exclusivo para los hombres y que era muy ligero y cómodo. Con la reciente idea de independencia y se poder hacer las actividades que ellas quisieran, muchas mujeres empezaron a practicar deportes y para eso necesitaban ropa cómoda que les permitiera mayor movilidad y así, empezaron a usar el lino. 
7. En 1932 Marlene Dietrich, un ícono de la época, empezó a usar el smokin masculino y con eso impulsó el uso de ropa unisex en varias mujeres.
8. En 1946, Louis Recard crea el primer bikini, el cual fue rechazado altamente (por la Iglesia en su mayoría) porque era provocador e impuro, las mujeres no debían mostrar tanta piel. El uso de este traje de baño por parte de muchas mujeres, fue un símbolo de emancipación y libertad del cuerpo femenino. 
9. En 1968 se dió a cabo una marcha en Washington a favor de la liberación femenina donde quemaron públicamente sus sujetadores y tacones como símbolo de rechazo a la represión, a ese vestimentas de “tortura” que por cumplir con el estándar de belleza provocaban gran incomodidad en las mujeres. Hasta hoy en día, el rechazo a los sujetadores es un símbolo feminista. 

Otra visión de este fenómeno en relación con la moda la menciona Nicola Squicciarino, en su libro El vestido habla: Consideraciones psico-sociologicas de la indumentaria (1990), donde define que “La moda expresa el espíritu del tiempo (Zeitgeist) y es uno de los indicios más inmediatos de los cambios sociales, políticos, económicos y culturales. No es solamente la moda la que cambia, afirma Halbwachs, ‘la moda es solamente la expresión exagerada y superficial de una transformación profunda de la vida social.” 

Hoy en día la  exposición y viralización del movimiento feminista se debe en gran parte al aporte y a la lucha de las nuevas generaciones, entre ellos los denominados millennials quienes han impulsado un cambio de paradigma a nivel global impactando no sólo en el discurso público y político sino que ha ejercido presión en la industria de la moda exigiendo transparencia, igualdad de género, responsabilidad social empresaria y democratización de la belleza.