Un estudio reciente publicado en la revista Nature, reveló que sólo un 4% de los estudios sobre el covid-19 considera las diferencias que existen entre hombres y mujeres. El problema es que excluir el sexo de los ensayos clínicos y no diferenciar los resultados puede hacer que un fármaco tenga menos eficacia o más efectos adversos en un sexo que en otro.
Por ejemplo, a pesar de que varios estudios científicos concluyen que las mujeres que toman medicamentos cardiovasculares tienen entre 2 y 2.5 veces más probabilidades de padecer efectos secundarios y adversos que los hombres con el mismo fármaco, los médicos siguen utilizando las mismas dosis para ambos sexos.
La Organización Panamericana de la Salud, afiliada a la Organización Mundial de la Salud, publicó en 2010 un documento en el que afirmaba que «durante décadas, en la investigación y los ensayos clínicos de tratamientos y medicamentos recetados a los hombres y las mujeres, participaron solo hombres. Sin embargo, es un error suponer que las mujeres y los hombres perciben la enfermedad y reaccionan a los medicamentos de la misma manera».
El problema es que en algunos casos los tratamientos médicos pueden llegar a ser peligrosos porque la población femenina se encuentra infrarrepresentada en los ensayos clínicos, según documentó un un informe de la Universidad Complutense de Madrid.
Pero la exclusión de la representación femenina en la investigación no ocurre sólo en ensayos clínicos con humanos. Otro estudio reveló en 2009 que las investigaciones con mamíferos machos suceden en 5.5 veces más frecuencia que con las hembras.
¿Por qué sucede este fenómeno?
En el mundo de la medicina aún falta integrar la perspectiva de género en la investigación clínica. “Nunca hay una sola causa pero podría influir que la perspectiva de género no se imparte en las facultades que enseñan salud, como medicina, farmacia o psicología, entre otras. Por eso los profesionales desconocen muchas cosas que deberían saber”, de acuerdo con María Pilar Sánchez López, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid.
La perspectiva de género en la investigación médica es importante porque aporta información que ayuda a evaluar cómo los sesgos de género pueden cambiar en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades tanto en hombres como mujeres.
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