El amor propio no se aprende en una clase del colegio, no se ve en ninguna clase universitaria pero el interés sobre cómo trabajar en este tema ha ido aumentando en los últimos años.

Marcela Valle Cuéllar, psicóloga logoterapeuta y directora del Centro de Atención Familiar Sanar Psicoterapia, explica que el amor propio es más profundo que la autoestima, porque exige un “proceso de introspección, análisis y confrontación que no todos están dispuestos a ejecutar. Es aceptarnos tal y como somos de forma incondicional, con nuestra luz y nuestra sombra sin que exista ninguna necesidad de esconder nuestro ser”.

Para la psicóloga clínica Ximena Góngora es la capacidad que tenemos de aceptarnos a nosotros mismos “entendiendo que tenemos fortalezas, debilidades y falencias. Es tener la capacidad de transformar y trascender”.

¿Cómo construir el amor propio?

Según el Psiquiatra Enrique Rojas, existen 9 claves que determinan un buen nivel de amor propio o autoestima y sobre los cuales se debe trabajar para construir el amor propio:

1. El juicio personal: tener una valoración positiva sobre nosotros mismos, nuestro actuar y nuestras creencias. 
2. La aceptación de uno mismo: entender que tenemos varias virtudes así como defectos y aceptarnos como somos enteramente. 
3. El aspecto físico: tendemos a ser muy críticos con nuestro aspecto físico, por lo que es muy importante aprender a aceptar nuestro cuerpo tal y como es sin dejar de cuidar su salud física. 
4. El patrimonio psicológico: la aceptación positiva de la propia personalidad (pensamientos, inteligencia, conciencia, lenguaje verbal y no verbal, voluntad, interpretación vital, etc).
5. Entorno socio-cultural: hace referencia al ámbito social en el que se desarrollan los propios recursos de relación interpersonal. Tener relaciones saludables con otros son indicativo de un nivel positivo de autoestima o amor propio.
6. El trabajo: es importante que el aspecto laboral sea fuente de satisfacción personal que nos permita dedicarnos a él con compromiso y, a la vez, retroalimentarnos positivamente.
7. Evitar la envidia y la comparación: esta acción puede suponer un menoscabo en la estima personal y se basa en valoraciones superficiales que no profundizan en aspectos personales realmente importantes. Para contrarrestarlo, es importante forjar un proyecto de vida personal propio.
8. Desarrollar la empatía: es síntoma de madurez personal que nos permite comprender los hechos mucho más allá de una valoración subjetiva sesgada por percepciones personales. 
9. Altruismo: supone la entrega a los demás desde un respeto por uno mismo. El altruismo es signo de un alto nivel de madurez personal.

El amor propio y la autoestima son conceptos muy similares pero con una pequeña, aunque importante diferencia. La autoestima apunta a aquello que pensamos, sentimos y creemos sobre nosotros mismos/as. En cambio, cuando hablamos del amor propio estamos reconociéndonos como seres humanos valiosos que merecen ser amados/as.

Es un error intentar buscar el amor en los demás para validar que somos dignos/as para ser amados por los demás. La realidad es que debemos dejar atrás las opiniones de los otros e intentar trabajar en lo que somos por dentro. Cuánto más mires hacia tu interior, más dejarás de lado los juicios de los demás. El amor por uno mismo/a es el secreto para alcanzar tu mejor versión.