Tal vez hayas escuchado hablar del  término “ceguera de género” últimamente y es probable que no tengas muy claro de qué va. Pues bien, te explicamos: la ceguera de género es el término que se aplica cuando no se reconoce que a los hombres/niños y a las mujeres/niñas se les adjudican roles y responsabilidades en contextos y antecedentes sociales, culturales, económicos y políticos específicos. Es decir, que existen proyectos, programas, políticas y actitudes que son ciegos al género y no toman en cuenta ni los roles ni las necesidades diferentes en su día a día. Esto, de acuerdo al portal Diario de una sexóloga. 

Colleen Ammerman, directora de la Iniciativa de Género en la Escuela de Negocios de Harvard, comentó lo siguiente sobre la ceguera de género: “Creemos que somos ciegos a la identidad y que eso nos absuelve de cualquier responsabilidad o imperativo para reflexionar sobre las maneras en que podríamos estar aportando en la mesa.”

Pero, ¿qué consecuencias tiene la ceguera de género? La ceguera de género puede afectar negativamente los objetivos de las operaciones de paz y seguridad debido a que no se reconocen las diferencias impuestas a hombres y mujeres.

Lo que la ceguera de género no ve:

●     En primer lugar, es el privilegio que nuestra sociedad otorga a los varones usualmente llamados “hegemónicos” (blancos, heterosexuales, educados, cisexuales, propietarios). 

●     En segundo lugar, tampoco ve la discriminación persistente, por lo general de modo sutil, pero también explícita contra la mujer en numerosas esferas sociales. 

Cuando de contrataciones en empresas se trata, para algunos empleadores enfocados en la noción de unidad de equipo, la ceguera de género puede ser una idea atractiva por estar basada en el paradigma de que todos somos iguales. Sin embargo, aferrarse a eso puede tener un gran impacto empresarial, impidiendo la consideración de cómo diferentes perspectivas pueden mejorar un equipo, escribieron Robin Ely y David Thomas en Harvard Business Review.

Hoy en día es importante considerar que la ceguera de género va más allá de ignorar los derechos de los demás. Se trata de salir del cuadro en el que estamos viviendo y de cómo estamos actuando pues ignorar o minimizar el problema solo logrará que la brecha se siga abriendo y, con ello, que no se avance en el tema de la igualdad.