Estamos en la era de la cultura de la cancelación, es decir, de “cancelar” personas o figuras públicas en redes sociales, relacionadas con conductas de abuso sexual, homofobia o racismo, entre algunas otras.
Por ejemplo, en 2020, varios usuarios exigieron cancelar a J.K. Rowling, la autora de Harry Potter porque hizo un comentario en redes sociales, en el que aseguraba que sólo las mujeres menstruaban y no había “cuerpos menstruantes”, lo cual incendió las redes y se le acusó de transfóbica (odio a las personas trans).
Pero ¿de dónde viene o cómo nace la cultura de la cancelación? Se trata de un fenómeno en redes sociales que se ha vuelto tan común que incluso cancel culture fue la frase del año 2019 en el diccionario australiano Macquarie.
La idea de “cancelar” comenzó a extenderse a través de Black Twitter (una comunidad virtual negra en Estados Unidos) en 2015, en donde varios usuarios utilizaban hilos, hashtags, imágenes, etc, para reaccionar contra alguien que hacía algo ofensivo, ya sea en broma o en serio. “Cancelado”, sentenciaba esta práctica que acusaba desde amigas, amigos, hasta que escaló con las figuras públicas, por sus posturas racistas, discriminatorias u homófobas.
La cultura de la cancelación se refiere a una práctica popular de retirar el apoyo en redes sociales (es decir, cancelar) a figuras públicas y empresas después de que dijeron o hicieron algo considerado como ofensivo, según Dictionary.com.
¿Y cómo se manifiesta la cultura de cancelación? Por medio de denuncias, comentarios negativos, de tuits o mensajes en los que se recrimina a alguien su posición sobre un tema (como en el caso de J.K. Rowling).
Movimientos como el #MeToo también han contribuido a la cultura de la cancelación, que ha acabado con la carrera y la reputación de algunos de los hombres que han sido señalados por sus prácticas de abuso y acoso sexual contra mujeres, por lo que esta práctica es considerada por muchas personas como justicia social.
Pero esta cultura de la cancelación no sólo se vive en redes sociales, en los últimos años también se ha extendido a las relaciones íntimas y personales. Por eso es que hay opiniones en contra y a favor, pues si bien algunas personas defienden que se trata de justicia social y activismo en redes sociales, hay otras voces que critican esta medida porque abona a la censura, a la libertad de expresión y al punitivismo.
¿Tú has cancelado a alguna persona?
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