¿Y por qué afecta más a las mujeres?
El síndrome del impostor (también llamado síndrome del fraude), es un trastorno psicológico en el cual las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros debido a la abrumadora sensación de que el éxito que están teniendo no es merecido. En pocas palabras, este síndrome te convence de que no eres una persona tan inteligente, capaz o talentosa.
Otro de los aspectos del síndrome del impostor es la constante sospecha de que los logros se deben a la suerte, al buen momento o simplemente a estar en el “lugar correcto en el momento adecuado”. Generalmente viene acompañado por el temor de que, algún día, quedar expuesto o expuesta como un fraude ante todos. Está demostrado que este comportamiento está relacionado a la baja autoestima de las personas.
¿Por qué las mujeres son más vulnerables a este síndrome?
Hay varios motivos por los que las mujeres se enfrentan mucho más que los hombres a este síndrome. Uno de ellos es debido a las construcciones familiares que se han hecho por años. En ellas describen cómo deberían ser las mujeres, en comportamiento y hasta en el mismo límite del éxito que deberían tener. Un ejemplo es cuando se habla de los puestos directivos de las empresas o cargos políticos, los cuales son generalmente ocupados por hombres.
La doctora en Humanidades, Coral Herrera, comenta que “nuestra cultura patriarcal nos enseña que las habilidades femeninas no tienen tanta importancia como las masculinas. Por eso hay labores de cuidado, crianza y domésticas que no se pagan, ni tienen valor social, aunque son imprescindibles para la supervivencia”.
Otro factor que pone a las mujeres en una situación mucho más compleja derivado de este trastorno, es la presión social, tanto a nivel laboral como personal. Tienen que realizar actividades domésticas y a la vez, enfrentarse a los desafíos profesionales, así es que cuando llega a un punto de éxito, pueden empezar a preguntarse si realmente deben estar ahí y si serán capaz de mantenerse en la cima.
Los profesionales recomiendan trabajar en uno mismo para lograr el autoreconocimiento y con esto dar paso a la realización y seguir creciendo en todos los ámbitos, tanto personales como laborales, sin que las construcciones sociales se interpongan al éxito que están teniendo. ¡CRÉETELA! ¡Eres merecedorx de todo ese reconocimiento y éxitos!
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