La próstata no es una glándula exclusiva en los hombres, también está presente en las mujeres. Investigaciones recientes han descubierto que esta glándula es capaz de desempeñar las mismas funciones en las mujeres que la próstata masculina.

La próstata femenina debe su origen a las Glándulas de Skene, las cuales fueron reconocidas por el ginecólogo escocés Alexander J.C. Skene, quien demostró que comparten propiedades con la próstata masculina, por lo que deben reconocerse como una próstata femenina en las mujeres. Estas glándulas están ubicadas dentro de la vagina alrededor de la uretra, y con una estructura similar a la del hombre.

De acuerdo con un informe científico de la Universidad de Guadalajara, el tamaño promedio de la próstata femenina es de 3.3 cm de largo, 1.9 cm de ancho, 1 cm de altura, y pesa aproximadamente 5 gramos. Mientras que la próstata masculina rodea a la uretra, la próstata femenina se distribuye sobre la pared de la uretra. Esta es la principal diferencia visible entre las glándulas prostáticas masculina y femenina.

Aunque dentro de la comunidad científica aún se debate si estas glándulas deben ser reconocidas como próstatas o no, la más reciente publicación del libro de Términos Internacionales para Citología Humana e Histología, ya incluye el término próstata femenina.

La próstata femenina también es clave en el placer sexual de las mujeres porque participa en la eyaculación femenina, pues durante el acto sexual la próstata femenina es estimulada indirectamente.

Incluso algunas investigaciones sugieren que las enfermedades relacionadas con la próstata femenina han sido diagnosticadas de forma errónea como enfermedades de la uretra femenina y tratadas como tal.

Por ejemplo, el cáncer de próstata femenino es poco común. Según un estudio de 1994, sólo un 0.3% de todos los casos de cáncer estaban relacionados con el tracto urinario femenino o el área genital, por lo que resulta difícil que los especialistas lo reconozcan. Aunque estas glándulas continúan en investigación por parte de la comunidad científica.