Un micromachismo con historia
Existen en la vida cotidiana gestos sutiles que ayudan a perpetuar la brecha de género, estos son conocidos como “micromachismos” y a menudo pasan desapercibidos. Uno de ellos es muy común en los trabajos donde una mujer es parte, el bropiating. Es aquel momento en que una mujer entrega una idea en equipos de trabajo sin ser tomada en consideración, hasta el instante en que la idea es reargumentada por un hombre, quien es escuchado y, además, es reconocido por la iniciativa.
De acuerdo al portal modii.org, la palabra bropiating proviene del inglés y se puede traducir al español como apropiación machista de ideas. Hace referencia a la situación en que un hombre se apropia de una idea originalmente propuesta por una mujer y se lleva el crédito. Para referirse a esta práctica también se utiliza el término bropropriation.
Antiguamente esta era una práctica muy habitual, ninguna mujer salía en los libros de historia, a pesar de haber contribuido a grandes descubrimientos e incluso liderarlos.
De hecho, aunque no está comprobado, algunos investigadores sospechan que la Teoría de la Relatividad de Einstein, en realidad, podría estar fundada por descubrimientos matemáticos de su esposa, Mileva Maric.
Esto se sustenta en que Maric, habría presentado una tesis del tema mientras estudiaba en la Escuela Politécnica de Zúrich, que se habría extraviado. Además los años más productivos del científico, fueron justamente en los que trabajó en conjunto con su esposa. Una carta de ella a una amiga decía: “Acabamos de terminar un trabajo muy importante que hará muy famoso a mi marido” y hablaba de “nuestra investigación”.
Estas actitudes se convierten en una violencia de género invisible o, más bien, invisibilizada, basada en evidentes desequilibrios de poder que reflejan la vigencia del androcentrismo en nuestras sociedades. Es justamente su carácter micro e implícito el que hace de los micromachismos comportamientos de dominación masculina menos perceptibles y normalizados dentro de una sociedad patriarcal.
De acuerdo a Forbes, los equipos de liderazgo con diversidad de género superan a los que no lo son y, de acuerdo con Catalyst, las empresas con la mayor representación de mujeres en sus equipos senior obtienen un 34% más de ganancias que las empresas con menor representación femenina.
Es momento de la reivindicación de los derechos de las mujeres, no solo es necesario, sino urgente empezar a generar espacios más sanos y justos que conformen mejores ambientes laborales y sociales, empezar por eliminar los micromachismos y por reconocer a las mujeres por sus ideas y contribuciones a la sociedad.
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